Los Leones tienen el orgullo
herido. Hace tres jornadas Lew Ford y Mario Lisson se encargaron de
castigarlos con el bate mientras que desde la loma los pitchers
magallaneros apagaban las amenazas que se atrevieron a montar en el José
Bernardo Pérez. El triunfo eléctrico fue observado por más de 16 mil
personas en el estadio de los bucaneros y otras miles a través de la
televisión. Las bromas no se hicieron esperar. Pero hoy, los eternos
rivales vuelven a encontrarse. La cita es en el Universitario a partir
de las 7:30 pm.
Esta vez los
caraquistas contarán con el apoyo mayoritario de la afición, que se
apoderó de casi toda las sillas de la tribuna central desde mucho antes
de comenzar el torneo. Eso, sin embargo, no parece amilanar a
David Bromberg, abridor de los turcos.
“No
hablo español, así que no entenderé lo que grite la multitud”, bromeó
el derecho ayer en Valencia. “Me concentraré y pensaré que me están
apoyando”, sonrió quien tiene PCL de 0.87 en 10.1 entradas.
Del otro lado de la acera los Leones contarán con su as Yoanner Negrín, que tiene foja inmaculada de 2-0 y efectividad de 1.80.